miércoles, marzo 14, 2007

Batallas intermitentes

Hay un tiempo para intentar que las cosas sean como nos gustaría.
Otro para aceptar que son como son.

4 comentarios:

maaldi dijo...

No se sale, como mucho uno puede llegar a creer que las cosas no están tan mal. Todo es cuestión de percepción... o mejor dicho, de sugestión.

Ipar dijo...

Por muy fuerte que sea la tormenta, esta nunca es eterna. La versión en sucedáneo la adaptan en multitud de religiones ("sufre tranquilamente, que ya te lo pagará dios").

Cuando se está jodido, cuando se está a oscuras, hay que pensar que el rayo más tenue nos parecerá que ilumina todo. Y sólo la luz normal será la que nos ciegue.

Por tanto, cuidado con la oscuridad hecha hábito, lamerse las heridas es adictivo... y nos hace huir de la claridad

maaldi dijo...

La claridad puede llegar... pero también es probable que nunca tenga el color que nos gustaría y haya que adaptarse a las tonalidades que nos obliga ese nuevo sol.

Ipar dijo...

Pero por muchas claridades que tenga... la luz es luz. Sólo varía si la hacemos pasar por nuestro particular cristal o prisma de subjetividades.

Es mío

La propiedad privada solo es un derecho de uso y destrucción.