- ¡Isabel! ¿Dónde está Isabel? - Chilló.
Los niños la contemplaban como a un bicho raro sin soltar prenda. Los amenazó con un castigo si no le decían nada, pero sólo consiguió asustarlos y que, al menos dos, rompieran a llorar. La situación se le estaba escapando de las manos. Corrió al teléfono y marcó el número de la directora. La haría venir antes a trabajar. Hasta que no se paró a escuchar los timbres de llamada no se dio cuenta de que la línea estaba cortada.
- Dios.-
Extracto del relato “La guardería”
Los niños la contemplaban como a un bicho raro sin soltar prenda. Los amenazó con un castigo si no le decían nada, pero sólo consiguió asustarlos y que, al menos dos, rompieran a llorar. La situación se le estaba escapando de las manos. Corrió al teléfono y marcó el número de la directora. La haría venir antes a trabajar. Hasta que no se paró a escuchar los timbres de llamada no se dio cuenta de que la línea estaba cortada.
- Dios.-
Extracto del relato “La guardería”
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