- Papá, si Cataluña se independiza
¿tardaremos más en llegar en autobús a Barcelona?
- No, hombre… seguirá en el mismo
sitio.
- Entonces… ¿por qué quieren
independizarse? ¿Ya no les gustamos?
- A ver, cariño… piensa en tu
hermana mayor. Dormía contigo cuando erais muy pequeños pero ahora tiene su
propia habitación. Eso no significa que ya no te quiera.
- Ya, pero hubiera preferido que
durmiéramos juntos y poder hablar después de apagar la luz. Nadie me preguntó.
- Ella quería. Verás cómo pronto te
alegras de tener tu propio espacio.
- Por lo menos puedo seguir entrando
en la habitación de Eli si quiero…
- Pidiéndole permiso, ya lo sabes.
- No sé… Nosotros tenemos
habitaciones separadas pero nos vemos en la cocina ¿Los catalanes van a querer
seguir viendo la tele con nosotros?
- Seguro que sí. Veremos lo que nos
gusta a todos, pero a veces también tú te vas a jugar con la consola y nos
dejas solos…
- Me aburren las noticias… solo
sale gente enfadada.
- Ves, tú decides lo que quieres
hacer.
- ¿Y no les basta a los catalanes
con una puerta? Le ponemos un timbre y llamamos antes de entrar, pero les podremos
seguir viendo en las comidas.
- Bueno, a veces es más complicado…
quieres tener tu propia casa. ¿Te gustaría vivir con tus primos? Con Javi,
Nacho, los gemelos, la princesita de tu tía Elena…
- ¡Ni de coña! Siempre hay que
jugar a lo que quieren los gemelos porque son mayores.
- ¿Ves? Por eso no vivimos con
ellos. Y cuando te independizas no tienes tanto tiempo para estar con tu
familia. Cuando Eli se vaya a la universidad también dejará de vivir con
nosotros.
- Ya no le importaremos. Conocerá a
otra gente que le gustará más.
- Conocerá a otros pero siempre nos
querrá.
- La culpa es vuestra, sois muy
aburridos y por eso se va a marchar. La controláis demasiado.
- Tú también te irás y formarás tu
propia familia… pero esta será siempre vuestra casa.
- ¿Y ya no le importaremos a Eli?
¿Será como las tías del pueblo que solo vienen un día de visita con rosquillas
y se marchan? ¿No nos ayudará si tenemos un problema?
- Depende, cariño… Si hace falta
bajar la basura te tocará a ti ¿no querrás que venga ella desde su casa?
- Bueno… ¿Y si te tienen que
operar? Si necesitas un riñón ¿ella te lo dará?
- ¡Pero qué cosas dices! No voy a
necesitar ningún trasplante.
- Siempre hay alguien que termina
en el hospital… como el abuelo ¿Solo iré yo a mirar si el suero se está
acabando por la noche?
- Quién sabe… igual Eli se echa un
marido médico y es quien nos salva la vida.
- ¿Y seremos amigos de un médico
que no conocemos de nada?
- Al principio no conoces a nadie…
hasta que los conoces, como las amigas de zumba de mamá.
- ¿Y cómo haremos para que Eli no
se olvide de nosotros?
- ¿Sabes cuál es la mejor manera de
que alguien quiera estar contigo?
- Tener chocolate… o bombones de
los que vienen en cajas caras.
- Exacto… si das lo mejor que
tienes la gente se da cuenta.
- Pues vosotros siempre sacáis las
pastas de anís que nadie quiere cuando vienen las tías del pueblo.
- No es verdad…
- Sí lo es… a mí tampoco me gustan.
Yo me porto bien ¿verdad?
- A ratos…
- ¿Os vais a independizar de mí?
- Solo si no te callas
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