Es que no puede ser esto de trabajar tanto, debería dejarse de meter actores en películas y empezar a meterlos en su cama. Su madre volvió a elevarse sobre la lápida con el punto de cruz en el regazo y el tono resabiado en la lengua:
"Un hombre, hija, eso tiés que tener en casa y no tanto trabajo. Si no enganchas uno de joven ¿A quién piensas que vas a engañar cuando las carnes te flojeen?, acuérdate de la Juli, la hermana del Jacinto, que se quedó pá vestir santos y no la querían ni en el curso de macramé de lo amargá que estaba..."
Volcó un contenedor de tierra sobre su tumba para tratar de callarla.
Extracto del relato "Casting"