martes, mayo 01, 2018

La última copa

No tocó la copa. Dos horas de cena y ni se la había acercado a los labios. El vino tinto solo había podido manchar el cristal de puro aburrimiento. Se suponía que le gustaba. Dijo que le gustaba. Lo recordaba perfectamente. ¿En qué más le habría mentido?

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