miércoles, julio 19, 2017

Elefantes rosas

Si el universo y el hombre existen es porque Dios los ha creado. Una creación compleja no puede ser fruto de la casualidad, por tanto debe haber una entidad que ha tenido la intención y capacidad de construirla. 

Un café que se derrama sobre una alfombra dibujando un singular entramado es una bella casualidad creadora. Un óvulo y un espermatozoide concretos apareándose entre millones de combinaciones posibles para crear a Kate Moss o Picasso son increíbles casualidades creativas. Cuanto mayor sea el tiempo observado, mayor será el número de inauditas creaciones accidentales. Si la vida es la mayor de todas ellas... ¿Acaso disponer de todo el tiempo del mundo no provocará de manera inevitable todos los sucesos posibles? En el infinito la casualidad es algo normal. Los elefantes rosas ya han existido o existirán. 

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