jueves, diciembre 19, 2013

Irrecuperable

Si se paraba a pensar, sólo podía recordarlo con su bata manchada de vómito infantil y ceras de colores.
 
La enfermedad de una profesora lo trajo al aula de enfrente un martes cualquiera. Resultó una bofetada de masculinidad en un rancio ambiente cargado de estrógenos. Nunca había sido de otra manera desde que pisó aquellas baldosas por primera vez.
 
Sabía que podría seguir cruzándose con su sonrisa en el pasillo mientras las cicatrices de la ausente siguieran frescas. Rezó por una lenta recuperación. Necesitaba tiempo para reunir el coraje de invitarle a un café.
 
Llegó el día. Estaba lista. Era un soleado viernes de primavera. Perfecto para estrenar su nuevo vestido verde. La viril mirada que no podía quitarse de la cabeza iba a descubrir lo que ella lucía debajo del uniforme.  
 
Pero no apareció.
 
La curación acababa de abrir una nueva herida.

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Autoengaño

También el círculo creyó encajar en el cuadrado de su diámetro.