No me piden nada. Solo que esté ahí. Cuidan de mí y me miran con cariño. No tengo que escucharles ni darles consejos. Solo estar ahí. Inalterable. Inmóvil. Con eso les basta. Con saber que estoy. Que permanezco. Que soy una cosa. Su cosa.
La propiedad privada solo es un derecho de uso y destrucción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario