sábado, julio 01, 2006

Masoquismo estético

Odiaba ir corriendo calle abajo. Al principio iba bien, pero poco a poco fue notando cómo se le clavaba el empeine de los zapatos en los pies… estupendo dolor aderezado con una sofisticada marca en la piel que poder lucir tanto en la playa como en la piscina. Su madre la martilleó desde la tumba: “¡Chiquilla! ¿Ande vas con esos zapatos? Lo mejó es ir con alpargatas a toas las partes, mismamente en la boda de tu prima la Juncal yo…”. Cerró los ojos y se concentró en ignorar sus pies. No lo consiguió.
Extracto del relato “Casting”

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Autoengaño

También el círculo creyó encajar en el cuadrado de su diámetro.