miércoles, mayo 17, 2006

Testigo mudo

Si algo le relajaba era el placer de observar a los clientes desde su discreta posición sin tener la obligación de mantener ninguna estúpida conversación con ellos.
Extracto de la felicitación-relato “El caso del cadáver deslenguado”

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A mí no me líes

Nada soy Nada tengo Pero estoy Estar sin ser ni tener Es ser quien se tiene